Thriller de ciencia ficción en el que un recluta llega a una escuela militar en el ártico en el año 2027 luego de una destrucción casi total de la población de la Tierra. DeCoteau vuelve a utilizar su nombre en los créditos a fines de la década de 1990 y este film podría haber sido un paso adelante en el intento de salir de los subproductos de Full Moon o Torchlight. Pero lamentablemente no fue así. Pese a que cuenta con un reparto con cierta proyección y pericia, el concepto y la premisa de la historia es atractiva y el personaje del sargento abusivo resulta atractivo, el film no puede resolver algunos inconvenientes. El desarrollo de la historia es confuso, el presupuesto no da para visualizar muchas de las ideas del guión y el conflicto es demasiado oblicuo para los intereses del género en el que se inscribe. Eso sí, algunos rasgos del nuevo look empiezan a colarse: las sociedades secretas, las escenas en el vestuario de hombres en ropa interior, la llegada del protagonista a un lugar extraño, el ambiente cerrado. La actuación over the top de Richard Griecco, la referencia a Not of This Earth (1957) de Roger Corman (la invasión extraterrestre está conducida por un infiltrado) y la escena de la fiesta en la habitación de los reclusas con dos chicas (que deriva en una prueba de masculinidad a la que la pareja protagonista se mantiene indiferente) invitan a la simpatía.