Policial en el que una mujer descubre una trama para hacer ingresar Nazis en New York en la década de 1950. Peter Yates no puede articular el doble desplazamiento entre el retrato de la época macarthista y los procedimientos del film noir clásico con el realismo de la puesta en escena y el suspense de las situaciones. Pese a que Kelly McGillis nunca estuvo más bella y vulnerable en una película, el prólogo negándose a dar información no ayuda a identificarse con su punto de vista.