Aventura en la que un jinete herido en su pierna hace un viaje de regreso a su aldea luego de competir al juego de buskashi en Kabul, Afganistán. Frankenheimer filma las escenas de buskashi (un deporte con caballos similar al pato) como sus escenas de carreras: sin música, con el sonido de las pisadas y el realismo de la puesta en escena. El resultado transmite toda la violencia del juego. La película empieza a tomar color a mitad de camino cuando los sirvientes del viajero intentan asesinarlo. Pero queda desbalanceada al regresar a casa bastante antes del final. Nuevamente Frankenheimer indaga en la imperfección de un héroe.