Drama en el que un niño acompaña a su madre en una espiral de droga y prostitución en la América profunda. Adaptación del libro de cuentos de J.T. LeRoy. Si algo le faltaba a Asia Argento para confirmar su talento como realizadora, exorcizar los fantasmas de la maternidad y consagrarse como ícono contracultural era hacer esta película. Si la intención es encontrar belleza en el horror al menos se asegura que el horror sea extremo: abusos de los novios, la adicción a las drogas, abuelos fanáticos religiosos. Porque la cuestión de fondo, el amor incondicional y posesivo, queda intacta y más fuerte todavía. Hay que destacar ciertas habilidades narrativas en el uso de las violentas elipsis, la inclusión de escenas alucinadas y la capacidad de sugerencia de lo extremo que hacen de la película un modelo en cuanto a adaptaciones literarias imposibles. Y el hecho de que en ningún momento Argento juzga a condena el comportamiento de los personajes, lo que redondea un film más humano, radical y extremo.