Cuento de terror en el que cuatro hermanos tratan de llevar una vida normal mientras secuestran y asesinan personas en un pueblo de California. Tal vez la propuesta más marginal de la primera edición del After Dark Horrorfest, el film pide disculpas por la fotografía en video y las actuaciones amateurs con el nombre de su compañía productora: San Francisco Independent Cinema. Se nota que la pareja de directores autodenominados The Butcher Brothers tienen ganas de insertar efectismos cada vez que pueden, pero la película se mantiene en un tono sobrio, realista y contenido. El problema es que le pide demasiado a sus actores y el giro hacia el vampirismo es tan previsible como carente de efecto.