Comedia de aventuras en la que un vagabundo busca oro en Alaska. Una de las razones por las que el cine mudo tenía facilidad para construir grandes relatos (aun desde pequeñas premisas) es la sencillez en los modos de descripción y argumentación. Chaplin era maestro en esto. Si bien la película puede parecer el reverso de otros films sobre la búsqueda de Eldorado, el final feliz deja un sabor amargo.