Film de gangsters en el que el funeral de uno de los hermanos de un mediocre clan mafioso de New York desata sentimientos de culpa y de venganza en sus miembros. Ferrara va mucho más allá de los tics habituales del género de gangsters. La visión trágica y destructiva de la historia está potenciada por el hecho que toda la trama (los asesinatos, los recuerdos y los flashbacks) transcurre durante la noche del funeral. Ferrara hace un excelente uso de los diálogos y los silencios. El drama familiar se establece a través del conmovedor papel de las mujeres. Los dos pilares de la historia, lo locura y la violencia, se van desplegando en apuntes provocativos que sirven de preludio a la expeditiva e inesperada resolución. La película escapa a los convencionalismos del cuento de misterio en lo referente a la identidad del asesino. La única falla es la utilización constante de referencias religiosas.