Comedia en la que un imbécil se convierte en espía de uno de los estudios de Hollywood. Otro gigantesco escenario que de por sí es un gigantesco escenario artificial. Una sátira de Hollywood. Los Coen trataron de llegar al mismo tono en Hail Caesar! (2016). El personaje de Lewis está, pero no está. Donde puede estar. Está en todas partes, sin estar en todas partes. Desde ya que no cumple con su tarea. Excelentes gags, cuando aparece en el fondo de la cámara como extra mirando a la cámara y arruinando la escena, similar a uno de The Ladies Man (1961), cuando se pone a cantar como extra (Álex de la Iglesia montó una película entera alrededor de esa idea). El alcance puede parecer un poco más limitado que sus películas anteriores, pero la efectividad de los gags es mayor.