Aventura en la que un ingeniero americano busca a su pequeño hijo extraviado hace trece años en un bosque tropical del Amazonas. La belleza de los paisajes, los planos largos dan cierto aire pretensioso al comienzo del film, pero la escena clave se resuelve con un simple fundido en negro. El discurso ecológico podría haberse hecho cargo del resto. Sin embargo Boorman pone a su hijo en el papel protagónico y se encarga de no hacer confluir los montajes paralelos hasta extraer todo el plus del falso enfrentamiento con la naturaleza.