Thriller de acción en el que un agente retirado es llamado para un último trabajo en una expedición de alpinismo en las montañas de Suiza. El film es un vehículo para Eastwood que le permite jugar a ser James Bond, tirar one liners machistas y hacer sus propias escenas de riesgo. El problema es que cuando llegamos al clímax ya estamos aburridos de un guión tan inconsistente.