Drama en el que dos adolescentes conocen a un violento criminal en Los Angeles y se lanzan en un viaje por la carretera. Segunda parte de la trilogía del Apocalipsis de Araki. La película adquiere el tono de una pesadilla con derivaciones diabólicas a partir de ciertos detalles (el número 666, el hecho de que lo reconocen siempre a este personaje). Cargada de sexo realista y provocativo y de violencia, con un gore desmedido que lo acerca al terreno de lo bizarre, el film prioriza lo expositivo a lo reflexivo. Aún así no se puede negar que hace un retrato del vacío existencial y de la necesidad de escape, la captura de algunos gestos y momentos cotidianos dimensiona a los personajes y la capacidad de shoquear del final. Las tres muertes a lo largo de la película incluyen a una cabeza cortada que habla, una amputación de un brazo y un uso de la espada con la delirante referencia al video juego Mortal Kombat (1992).