Comedia dramática en la que un director de cine vuelve a Seúl. Nuevamente Hong fragmenta el relato, pero esta vez el reseteo de las historias no está del todo marcado por lo que el film tiene cierta fluidez. La fotografía en blanco y negro funciona del mismo modo que en Virgin Stripped Bare by Her Bachelors (2000) y, además acentúa el frío invernal del ambiente. La mayoría de las conversaciones son entre tres personajes por lo que no se compromete tanto la redundancia de los perfiles de los actores. En el camino se habla, se habla mucho. Sobre las coincidencias, sobre el azar, sobre el amor, sobre la pareja. Pero los personajes femeninos están vistos con una condescendencia absoluta. El protagonista tiene arrestos de miserable o comportamientos simplemente infantiles (abandona a los estudiantes de cine, se le aparece a su ex novia), pero no resulta tan molesto como otros protagonistas masculinos de las últimas películas de Hong. La escena del beso es bella.