Film de acción y fantasía en el que un guitarrista vuelve de la muerte para vengar su muerte en Los Angeles. Adaptación del comic de James O’Barr. Proyas compone bellas imágenes a partir de la oscuridad. El manierista estilo visual recurre a referencias a Dario Argento, a flashbacks satánicos y al videoclip. El cuervo mata con crueldad, siempre va vestido de negro, tiene la cara blanca, poderes sobrenaturales que neutralizan las balas y utiliza cuchillos y pistolas. Lo peor es el sentido del humor que trata de imponer. La ambientación en una noche perpetua repleta de edificios oscuros hace acordar a los films de Tim Burton. Sin embargo el giro de la última media hora hacia el cine de acción berreta arruina un poco el resultado final por la excesiva reivindicación del bien.