Comedia dramática en la que un grupo de expatriados americanos van a una fiesta en una casa en Paris. Sin duda que la premisa es atractiva y que el talento de Whit Stillman para los diálogos se adapta sin problemas al formato televisivo. El episodio piloto está narrado un poco a las apuradas para presentar a todos los personajes y cerrar la situación, pero aun así se ven chispas de lo que pudo haber sido la serie. Una lástima que no se tradujo en una temporada.