Thriller en el que un experto en vigilancia debe grabar una conversación en un parque de San Francisco y, a partir de allí, se obsesiona con la idea de estar siendo espiado. Confluyen en la película un profundo drama existencial, el retrato de un oscuro personaje y un suspenso hitchcoiano en perfecta sincronía. Destacar la temporalidad de las escenas y la progresión que adquiere el relato hasta llegar a una resolución con toques pesadillescos (la inclusión de una escena de sueño, la presencia de la sangre) y la paranoia que inevitablemente se convierte en autodestrucción.