Drama en el que un grupo de adictos espera la dosis de heroína en un departamento de New York. Adaptación de la obra de Jack Gelber. A partir de la simpleza del argumento, el filtro documental del personaje, la improvisación de los actores y el score jazzero dentro de la escena, Shirley Clarke se aleja de todo sensacionalismo y asume la ficción en un escenario realista.