Comedia dramática en la que un joven es invitado a una fiesta de cumpleaños entre amigos homosexuales en New York. Friedkin trata la homosexualidad de forma directa y reveladora (al menos para el cine americano) al poner de manifiesto el lenguaje, las prácticas y las culpas del grupo de personajes. Aunque se pone un poco trascendental en la última parte, la resolución es adecuada.