Comedia en la que una pareja de homosexuales se prepara para el casamiento de su hijo con la hija de un senador conservador en Florida. Americanización de la obra teatral de Jean Poiret. Mike Nichols no se destaca por su habilidad para la comedia screwball. El humor de la película carece del ritmo de George Cukor o Howard Hawks (o en otra sintonía, de su guionista Elaine May). Su discurso sobre la integración y el poder del amor es harto previsible. La ambientación en las playas de Miami se convierte en la cuna del mal gusto de la década de 1990. Sin embargo sigue siendo gracioso ver a Gene Hackman en atuendos de drag queen.