Comedia dramática en la que un grupo de amigos treintañeros se reúne tras el suicidio de uno de ellos en Estados Unidos. Más allá de demasiados one liners en los diálogos del guión de Barbara Benedek, se agradece el tono desdramatizador y realista de la puesta en escena. Lawrence Kasdan en función de perfecto voyeur. Interesante ejercicio en la vulgaridad es comparar el uso de las canciones y la mezcla genérica de esta película con el reverso británico de los Peter’s Friends (1992) de Kenneth Branagh.