Aventura en la que un joven americano y una pareja francesa encuentran una isla paradisíaca perdida en Tailandia. La película amaga con entrar al thriller desde el principio, pero lo que le trata de hacer Boyle es la progresiva transformación del paraíso en el infierno. Los impresionantes paisajes naturales (playas de agua cristalina, cascadas pronuncias, una tupida selva) dejan paso a los celos, las mezquindades y la violencia. Hay ciertos rasgos visuales y narrativos que la emparentan con Fight Club (1999) de David Fincher. El protagonista es un adolescente amante de los videojuegos y las películas bélicas que, cansado de la vida rutinaria, quiere vivir nuevas experiencias. Pese a que hay escenas violentas (los cuerpos destrozados por un tiburón, el río de sangre en la arena, los disparos de los recién llegados), el film no logra dar totalmente el giro hacia la pesadilla. El retrato de la obsesión de la comunidad para mantener el secreto de la isla (en el trato hacia los enfermos) es una crítica al individualismo que mete al propio espectador en el juego (cuando llegan unos nuevos visitantes). La historia de amor forzada por el status de star de DiCaprio y la resolución complaciente, moralista, incluso ridícula, desmerecen las intenciones del producto. The Beach es una película fallida, pero no del todo despreciable.