Drama en el que un abogado sospecha que la modelo con la que empieza a salir trabaja como prostituta de lujo en Roma. Tal vez Omar Shariff no sea el actor más idóneo para interpretar al protagonista, un neurótico resentido y reprimido. Sus ojos tristes siempre le dan aspecto de víctima. Pero Lumet se siente cómodo en las calles de Roma y con la fotografía de Carlo Di Palma. El travelling que se aleja de la pareja en la isla a la que van de vacaciones resulta brillante. Sostiene la ambigüedad del relato hasta el mismo final sin confundir realidades o alterar los tiempos.