Comedia de horror en la que una familia de inmigrantes polacos es asesinada en un pueblo alemán poco después de la reunificación de Alemania. ¿Cómo hacer un film realmente perturbador, shoqueante y enfermizo cuando todas las barreras han sido superadas y quitadas en el cine? Schlingensief tiene la respuesta. Sólo hace falta un poco de imaginación retorcida para utilizar las lágrimas como lubricador para la masturbación, bolsas de cocaína en el ano y revólveres como caramelos para chupar. El film establece la acción en marco del horror contemporáneo: el campo de concentración como metáfora social.