Western en el que el hijo de un jefe apache trata de mantener la paz con los blancos en el Sudoeste de los Estados Unidos en 1889. Más allá de los grandes paisajes y de las obligadas secuencias de acción, Sirk es capaz de llevar el material al terreno del melodrama y la ironía. Si bien las actuaciones resultan algo forzadas y la posición del film es poco comprometida con los indios, se cuelan algunos detalles reveladores (la boda por conveniencia, el indio que prefiere los 300 dólares).