Film noir en el que dos agentes del tesoro se infiltran en una banda que falsifica dinero en Los Angeles. Más allá del molesto narrador de tono alarmista el trabajo de la fotografía y la iluminación le da al film el tono de una oscura pesadilla urbana en la que las muertes tienen su efecto. La poca disposición de medios y presupuesto incentiva la imaginación en la utilización del off visual y el uso de las sombras y los reflejos.