Monólogo del actor Spalding Gray en el que recuerda su participación en el rodaje de The Killing Fields (1979) en Camboya. Demme intenta animar la función con el uso de las luces y la música, pero no lo necesita porque la película se sostiene por la locuacidad de su único protagonista y su manera de hablar (que siempre está a punto de decir algo sustancial y en seguida se va por las ramas), pero que es capaz de mantener la atención del oyente en todo momento.