Aventura en la que una policía encubierta se filtra en una banda de convictas en prisión para ayudarlas a buscar unos diamantes en los pantanos de Louisiana. Corman hace un film tan delirante como ambicioso. A partir de la filmación en locaciones reales, del énfasis en el sexo y la violencia, de cierta simbología feminista subversiva y del realismo alucinado de la puesta en escena casi que inventa un terreno fértil para el cine exploitation americano (que después ocuparán Russ Meyer, Herschell Gordon Lewis o John Waters).