Comedia romántica en la que un guionista de Hollywood recibe a una chica de 17 años en su casa como sujeto de estudio de la delincuencia juvenil en Los Angeles. Sorprende el uso de los colores más chillones jamás imaginados en los decorados. Pero la película se sostiene en el morbo que genera la diferencia de edad de la pareja y la vivacidad de Debbie Reynolds. Y además el resto de los personajes secundarios tienen un aporte significativo para dar a la película un ritmo vertiginoso. Es una lástima que Powell y Reynolds permanezcan separados en la parte media, pero sobre el final el film recupera envión.