Thriller en el que dos agentes del FBI interrogan a los testigos de un asesino serial en un pueblo del desierto de Santa Fe, New Mexico. Jennifer Chambers Lynch retoma su carrera como directora después de la incomprendida Boxing Helena (1993). Hay cierto aire de thriller violento de carretera de la década de 1990. Más allá de la presencia de Bill Pullman y el punto de partida similar a la serie Twin Peaks (1990-1992), no hay muchos rastros de David Lynch en su puesta en escena. La estructura narrativa de flashbacks desde distintos puntos de vista no es molesta porque ya desde el principio deja en claro que los personajes están mintiendo. De allí que el film dependa más de la extravagancia de los personajes y las situaciones que de la trama policial o el misterio de la identidad por el asesino en sí mismos. Aunque en un momento uno de los flashbacks debe no falsear sino esconder información para darle un giro sorpresivo a la resolución, es el personaje de la niña (Ryan Simpkins) el que brinda el centro narrativo y el que otorga cierta complicidad al juego planteado.