Comedia dramática en la que un grupo de jóvenes amigos que se juntan cerca a una estación de servicio a lo largo de un día en Austin, Texas. La visita de un viejo amigo que ahora trabaja en la televisión pone en perspectiva los sentimientos y las aspiraciones de los personajes. Richard Linklater se confirma como un maestro del lenguaje corporal de los actores y del manejo de la proxémica. Se apoya principalmente en los largos y reflexivos planos secuencias. Lástima que el guión y la obra teatral en que se basa sea obra de un autor tan resentido y tentado de tratar temas sensacionalistas con ansías de trascendencia como Eric Bogosian. De allí que la insistencia en el racismo y la violencia estén de más en el planteo de Linklater. Un par de momentos quedan en el recuerdo: cuando echan a los jóvenes del lugar y van caminando y hablando por la calle (tanto ellos como el espectador no saben hacia dónde van) y la charla en la que se encuentran todos los personajes en el mismo lugar por primera y única vez (en la que la puesta en escena de Linklater está atenta a todos los detalles).