Fábula en la que un poeta solitario y una chica con talento para la música del norte de Inglaterra son llevados a una discográfica en Londres. El segundo proyecto de Boyle para la BBC con cámaras digitales, más allá de lo anecdótico de la trama y de la falta de pretensiones, es mucho más estimulante que Vacuuming Completely Nude in Paradise (2001). La película funciona tanto a nivel estético, por el impresionante trabajo de fotografía de Anthony Dod Mantle (ángulos imposibles de la cámara, diferentes texturas de la imagen todas sucias, planos generales imponentes) y por la facilidad para integrar la música de beats electrónicos y suaves melodías a las imágenes; como a nivel emocional, por el retrato de personajes marginados, la ausencia de subrayados y las simpleza de la historia de amor. Por el costado se cuela una reflexión sobre el uso de la tecnología y la transformación del arte, bastante pesimista por cierto. Pero la belleza de unas imágenes que destruyen toda noción de puesta en escena convencional se imponen a las interpretaciones subterráneas sobre el capitalismo, la búsqueda del éxito o la pureza del arte. Boyle sigue experimentando mientras da forma a una obra siempre estimulante en cuanto a pretensiones y resultados.