Comedia musical en la que un adolescente híperactivo propone hacer una obra en una escuela secundaria de los Estados Unidos. El rostro de la pequeña Judy Garland recién salida de The Wizard of Oz (1939), acompañado de la firmeza de sus brazos y las muecas de Mickey Rooney que se apoyan en el sutil toque de la batería anuncian vientos de cambio en la cinematografía americana. La velocidad de los diálogos por momentos rompe la barrera del sonido. La historia de los Estados Unidos se resume en la risa que se sostiene hasta el llanto sobre los colores de la bandera de fondo.