Comedia en la que dos incompetentes agentes americanos son enviados como señuelo a Rusia durante la perestroika. Es una lástima que la película desaproveche las impresionantes localizaciones reales y el aire a Dr. Strangelove (1964) en pos del humor de la pareja protagonista y las bromas de salón porque su visión del mundo del espionaje es un testimonio de los últimos días de la guerra fría.