Aventura en la que un grupo de ingenieros americanos retirados y entrados en años son llamados para reparar un satélite ruso obsoleto en el espacio. El film puede verse como una crítica a los valores que manejan la industria del cine y la sociedad en general sobre el predominio de la juventud, la autocomplacencia y la belleza física. La película no sólo es divertida por sus chistes referidos a la tercera edad, sino que también muestra la convicción de un grupo de hombres para completar un sueño trunco por más de 40 años. Los parecidos con Armageddon (1998) sólo quedan en los trajes naranjas de los astronautas. La primera diferencia es que ellos desde el principio se ofrecen a hacer el trabajo, no es que los vienen a buscar. Además, salvar al mundo es una anécdota, y así la trata Eastwood. Igualmente sabe de su condición de vehículo para la imagen de la NASA, de allí la importancia que dan los medios a que vayan unos astronautas viejos y que las traiciones internas queden reducidas al personaje de James Cromwell. El prólogo en blanco y negro incluye unas excelentes secuencias de vuelos de aviones. Los efectos visuales de ILM son excelentes, en la línea de 2001: A Space Odyssey (1968), no el abuso digital de Mission to Mars (2000). La resolución, dentro de lo previsible, nos regala una imagen final tan escalofriante como hermosa.