Comedia dramática que narra las idas y vueltas sentimentales de una pareja en Yorkshire. Dividida en dos partes, una en la que la protagonista decide fumar y otra en la que no fuma. Alain Resnais se ríe de toda pretensión moderna: las alteraciones temporales son llevadas al paroxismo, la noción de realismo carece de sentido y los acontecimientos son guiados por las más mínimas decisiones. Hasta tal punto que replantea la noción de autor en el cine contemporáneo. A la vez que construye una pequeña maravilla en la que los actores brillan en todo momento y lugar, el tiempo fluye sin interrupciones y no es necesario esconder para sugerir. A fin de cuentas el film muestra que a veces estamos demasiado preocupados por no tener nada en que preocuparnos.