Comedia en la que una aspirante a actriz se come unos brownies de mariguana de su compañero de departamento y debe reponerlos totalmente drogada antes de que vuelva durante un día en Los Angeles. Gregg Araki continúa con los movimientos pendulares de su obra. Luego del melodrama áspero Mysterious Skin (2004) ahora rueda una comedia fumada luminosa y surreal. El film se sostiene, pese a su planificación poco habitual para el género (abundancia de primeros planos) y al único chiste con que se construye su humor, gracias a la actuación de Anna Farris, al cameo de algunos rostros conocidos, a ciertos apuntes delirantes como el robo de una copia original de El Manifiesto Comunista (1848) y al soundtrack repleto de bandas habituales de los films de Araki. Es una lástima que el film no pueda utilizar un poco mejor a la ciudad de Los Angeles como escenario de su viaje. Sólo en el segmento en Venice se puede ver algo de la realidad.