Cuento fantástico en el que a una traductora que trabaja en un manuscrito chino le empiezan a suceder cosas extrañas en New York a lo largo de una noche. La fotografía en color llena de luces y sombras el cuadro. Pero las actuaciones deadpan, tal vez buscadas, no ayudan a la parsimonia del film. Cierto aire de thriller, algo de comedia absurda y la onírica secuencia en la que Suzanne Fletcher baja del ascensor hacen de Sleepwalk una obra difícil de catalogar.