Drama en el que una estudiante universitaria consigue trabajo en una casa de citas en Australia. Adaptación libre de una novela Yasunari Kawabata. La secuencia que abre la película muestra la quietud a la espera de la respuesta. La protagonista busca testear sus límites, ya sea como voluntaria de un laboratorio, en la barra de un bar o en su departamento compartido. Emily Browning soporta la afronta, pero no hay belleza en una espera del desafío. El blanco de los viejos clientes que la desnudan se convierte en la última barrera. En realidad no la desnudan porque ya está desnuda. Los contrastes cromáticos hacen que parezca un film en blanco y negro. La iluminación puede parecer impecable, pero sin las sombras lo único que hay es una puesta de cámara, no una puesta de escena que conecte con el realismo y el placer.