Comedia dramática en la que un joven profesor sale de una clínica psiquiátrica, va a vivir con sus padres, trata de recuperar su matrimonio y conoce una chica en Philadelphia. David O. Russell continúa su operación de repliegue a la industria con guiones maniqueos, realismo engañoso y actores con ganas de Oscar. Pero esta vez juega las cartas de forma más honesta. Recupera los personajes excéntricos en un marco convencional, el tema de la familia como núcleo del conflicto y las pinceladas de humor slapstick y screwball de sus dos primeras películas. En el camino encuentra algunos síntomas y patologías del nuevo siglo casi sin proponérselo (las apuestas deportivas, la pauperización laboral y el consumismo tecnológico) y algunas referencias al Hollywood de antaño: cierto aire de The Philadelphia Story (1940) la fiesta de Halloween de Meet Me in St. Louis (1944) hasta llegar al descontento generacional de Saturday Night Fever (1977). David Russell de a poco empieza a enderezar su carrera para ubicarse en un lugar acorde a su generación (Alexander Payne, Wes Anderson, Sofia Coppola).