Thriller en el que una pareja de jóvenes ladrones estrellan autos contra los shoppings en Inglaterra en un futuro cercano. La película es uno de los primeros intentos de definición de la juventud de la década de 1990 venidos desde el Reino Unido, a la par de los films de Danny Boyle y Michael Winterbottom, aunque en la trama no haya en un año o ciudad determinados. Jude Law aporta su innata frescura y choca con los más curtidos Sean Pertwee y Sean Bean que encarnan a nuevas versiones del caballero inglés. Pese a algunas divagaciones de la trama propias del andar errático de los personajes, el film narra una amarga historia de necesidad antes que amor por la incapacidad de recibir de aquellos que toman.