Cuento de terror en el que un asesino serial condenado a la silla eléctrica vuelve de la muerte para vengarse del joven que lo delató en Los Angeles. Luego de una primera parte que muestra la brutalidad del asesino (muertes violentas sin parar) y de una esperpéntica escena en la silla eléctrica, el film se decanta por un delirio fantástico (el asesino cambia de cuerpos, alucinaciones con muertos, persecuciones surreales, un paseo por la televisión) en el que no sabemos se Craven se está parodiando a sí mismo o nos está tomando el pelo.