Comedia en la que un director teatral casado prepara una obra a la que se presenta a las audiciones una prostituta con la que se acostó en Manhattan, New York. Resultan un poco molestas las interrupciones con la entrevista a la protagonista hablando en pasado, porque dan la sensación de que el film no avanza nunca. Cierto tipo de realismo no es una de las pretensiones de Bogdanovich (nunca vemos comer a los personajes), pero la dinámica de la screwball comedy está plenamente insertada. Utiliza también uno de los viejos recursos de la comedia, es decir, reunir la mayor cantidad de personajes conocidos en la misma escena o el mismo plano. Uno podría esperar algún tipo de actualización a los tiempos que corren, más aún pensando que Bogdanovich no hace una película hace 13 años (la anterior, The Cat’s Meow de 2001, era un film de época, por lo que hay que remontarse 21 años atrás hasta The Thing Called Love de 1993), pero dentro de sus esquemas no es necesaria. Los personajes de los viejos resultan un poco molestos. La aparición final de Tarantino sólo sirve para aclarar el toque Lubitsch.