Comedia dramática en la que tres hermanos siguen viviendo en un refugio antinuclear después de 30 años en Anaheim, California. Generalmente los films de Bartel tienen una muy buena premisa. Pero esta vez queda atrapado por el esquema teatral y la ausencia de conflicto. Y no puede aprovechar las derivaciones terroríficas y dramáticas de la historia (la convivencia con los cadáveres de los padres, el incesto) o las intenciones satíricas (los personajes fueron educados por los últimos 30 años de televisión).