Drama en el que un matrimonio ve alterada su rutina con la llegada de un amigo que graba en video entrevistas sobre sexo en Baton Rouge, Missouri. El film puede suponer la consolidación internacional del festival de Sundance (Palma de Oro en Cannes) y el comienzo del cine “independiente” americano de la década de 1990. Soderbergh apuesta por el minimalismo (el uso constante de los contraplanos del personaje que escucha, la disociación entre lo que escuchamos y vemos, las escenas de sexo sin desnudos y las historias de los videos sin visualizar), pero más por conveniencia que por admiración a Bresson. Es una lástima que Soderbergh termine siendo más moralista de la cuenta en la resolución y que ya muestre en su ópera su tendencia más publicista que creadora. Se entiende que Wenders haya dicho que este es el cine del futuro.