Cuento de terror en el que un heredero y su prometida son secuestrados y llevados a una mansión de servidores de Satán en Estados Unidos. Adaptación de la novela de Abraham Merritt. A partir de cierto tono de aventura whodunit, del ritmo incesante de la acción y de cierta tradición gótica expresionista en el cine, Benjamin Christensen subordina las conexiones reales a lo mínimo sin dejar de asustar. A fin de cuentas se impone la lógica del juego con una resolución sorpresiva.