Thriller de ciencia ficción en el que un hombre se somete a un cambio de identidad para ser más joven en New York. El film resulta fascinante en todo sentido. Desde lo visual, con una fotografía en blanco y negro y atrevidos movimientos de cámara, pasando por lo sonoro, con la música de Jerry Goldsmith que eleva el film a otra dimensión, hasta lo narrativo, ya que todo el film sigue al protagonista y descubrimos con él la trama. Frankenheimer tal vez sea el más vanguardista de los directores americanos de la generación de la televisión. Sin entrar en grandes discursos políticos o filosóficos, la película interpreta a la perfección al hombre moderno, su dependencia en las corporaciones y sus ansías de juventud.