Drama bélico en el que un empresario alemán emplea obreros judíos en Polonia durante la segunda guerra mundial. La mezcla de una minuciosa reconstrucción histórica que imita al documental con unos personajes caricaturescos y unas situaciones ridículas despoja al film de todo sentido cinematográfico. Spielberg utiliza la excepción como caso ejemplar para mostrar el horror sin implicarse. Su repugnante conformismo pregona que sólo el capitalismo salva vidas.