Cuento de ciencia ficción en el que un grupo de personas tiene poderes telepáticos en Montreal. La película está resuelta como un original thriller que se mete en el mundo ficticios de los “scanners”, una raza de telépatas cuyo origen está en una droga que se administró a mujeres embarazadas. Mezcla una concepción decididamente fantástica con un conflicto de intereses de una compañía farmacéutica (por momentos poco creíble) y una violencia urbana, aunque se exceda en disparos y explosiones. El horror se manifiesta en el personaje de Michael Ironside, una especie de psycho scanner, en la mente de los personajes que escuchan voces y en un excéntrico artista que hace terroríficas creaciones. Aunque lo no profundiza demasiado. Los efectos de maquillaje de Dick Smith son geniales en la batalla final y la cabeza que explota, tal vez la escena por la que es recordada la película.