Drama en el que una chica vagabunda hace campamento por el sur de Francia. A partir de unas entrevistas que se amoldan con naturalidad a la historia y de unos breves cambios de punto de vista del relato, Agnès Varda plantea una cuestión casi filosófica sobre el estilo de vida de la protagonista (que va más allá del misterio de la trama). Más que cuestionarse su comportamiento (no se queda quieta, rehúye al trabajo, no quiere una casa) el film transforma a quienes llevan una vida normal y no la entienden en extraños.