Drama que narra dos historias que transcurren en el mismo lugar: una monja es acusada de brujería en un convento en el siglo XVII y un anciano se niega a vender el mismo convento (que es ahora su morada) en la actualidad en Bobbio. Bellocchio continúa el excelente estado de forma de su obra madura. Opta por narrar las dos historias por separado, primero la del convento, después la del dueño, y sólo en la resolución las junta. Así puede desarrollar los climas, explorar los personajes, utilizar los claroscuros de la fotografía, aprovechar los primeros planos, desarrollar cierto sentido del humor e incluir anacronismos en la música. El resultado es tan extraño como fascinante.