Policial negro en el que un detective corrupto de la policía de New York debe matar a una asesina rusa. Medak lleva un material repleto de sexo, violencia y perversión al terreno de la abstracción (Ferrara, Lynch), sin escaparse de los márgenes del género. El protagonista está condenado por un romanticismo hardcore, que se ve reflejado en su debilidad en su relación con las mujeres. La utilización de una fotografía muy luminosa impide que el protagonista se escape entre las sombras.